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Apuntes:Comentario del texto III: LA REPOBLACIÓN. CARTA-PUEBLA DE ALFONSO I DE ARAGÓN. Hist2ºBach.

 

 

COMENTARIO DEL TEXTO III: 

 La Repoblación. Carta-Puebla de Alfonso I de Aragón.

 

LOCALIZACIÓN

Se trata de un texto de naturaleza jurídica, una carta-puebla, expedida por el rey Alfonso I de Aragón (Alfonso el Batallador), monarca que reinó a principios del siglo XII y logró conquistar Zaragoza a los musulmanes en 1188, extendiendo así los dominios de este reino hasta el Ebro. Está fechado en 1126, por lo que se localiza en la segunda fase de la conquista cristiana (mediados del siglo XI a mediados del XII), en la que los reinos del norte de la península, aprovechando la desaparición del califato de Córdoba y su disgregación en reinos de Taifas, avanzan sus posiciones hacia el centro de la península. La destinataria es la comunidad mozárabe, es decir, los cristianos que vivían en territorio musulmán, aunque en el caso concreto de este texto los mozárabes a los que se refiere acaban de abandonar su antigua residencia en territorio musulmán ("en poder de los sarracenos", dice textualmente) para instalarse en el reino cristiano de Aragón.

 

ANÁLISIS

El documento contiene las condiciones ventajosas que ofrece el rey de Aragón a los mozárabes que se han avenido a repoblar las tierras conquistadas a los musulmanes, condiciones garantizadas legalmente mediante la concesión de unas normas exclusivas ("buenos fueros") que son, en síntesis las siguientes: la libertad de movimiento ("que seáis libres"), la inviolabilidad o seguridad personal ("andaréis libres y seguros por toda mi tierra"), la exención de impuestos ("que seáis francos", "no daréis lezda -impuesto sobre las mercancías- en los mercados que hagáis"), la exención de hacer el servicio militar ("ni haréis hueste ni cabalgada"), la concesión de tierras y viviendas ("podáis poblar y trabajar en las villas y términos que yo os daré") y la concesión de una jurisdicción propia  ("tendréis todos vuestros juicios en vuestra puerta").

COMENTARIO HISTÓRICO

a- Precedentes: La conquista cristiana o reconquista se inicia en 718 y tiene una primera fase (hasta mediados del siglo XI) en la que los reinos surgidos al norte de la península consolidan sus posiciones pero apenas consiguen avanzar hasta el valle del Duero en la zona occidental y hasta las inmediaciones de los Pirineos en la oriental, puesto que el enemigo musulmán, el emirato y posterior califato cordobés, era mucho más poderoso. Estas zonas se van repoblando a medida que se van conquistando, pues de otra forma no se podían mantener las tierras ganadas.

b- Contextualización: En una segunda fase, tras la desintegración de al-Andalus, que se extiende desde mediados del siglo XI a mediados del siglo XII, las conquistas son más rápidas, los terrenos adquiridos mucho más extensos pero los recursos humanos disponibles eran insuficientes para lograr la repoblación. De ahí que se utilizasen diversos instrumentos para atraer pobladores: la presura/aprisio o toma de tierras libres, el otorgamiento por reyes o nobles propietarios de cartas-pueblas muy ventajosas (como la que contiene el texto), la concesión de grandes terrenos a la nobleza o monasterios (donadíos), la constitución de grandes municipios dotados de fueros que protegían a sus habitantes, las capitulaciones para que los musulmanes no abandonasen las tierras, etc. En la Corona de Aragón dominaron las cartas-pueblas y las capitulaciones en mayor medida que en Castilla, y uno de los grupos sociales que acudieron a poblar las nuevas tierras fueron los mozárabes, cuya situación en territorio musulmán, ante la proximidad y prepotencia de los cristianos, era cada vez más insostenible.

c- Consecuencias: la corona aragonesa proseguirá la conquista hacia el levante (Valencia y Mallorca) hasta mediados del siglo XIII, centrándose a continuación en la expansión por el Mediterráneo. Las cartas pueblas y las capitulaciones mostraron su eficacia a la hora de repoblar el territorio y, al favorecer la presencia de pequeños campesinos, el régimen de propiedad resultante (aún visible hoy día) fue el minifundio. Sin embargo, en el centro y sur de la península, la repoblación favoreció a la nobleza y a las órdenes militares y posibilitó el predominio del latifundismo.