Apuntes: Tema VI – Geografía 2º Bach.
I.E.S. Alba Plata (F. Cantos)
Dpto. Geografía e Historia
Felipe Lorenzana de la Puente
TEMA VI
ESPAÑA EN EL MUNDO
I. La integración en un sistema económico planetario.
Asistimos en los últimos años a la mundialización de la economía, o globalización, una integración del comercio de cada país en una escala planetaria que reduce los poderes de los estados y adjudica a los organismos internacionales amplias facultades decisorias. Hoy día, un país es tanto más atractivo para invertir en él cuanta mayor sea su implicación en la economía mundial. Las instituciones que han promovido en mayor medida esta situación son las siguientes:
I.1. LA ORGANIZACIÓN DE LAS NACIONES UNIDAS (ONU).
Creada en 1945 al finalizar la II Guerra Mundial, se halla en continua expansión y renovación, contando en la actualidad con 184 países miembros. Nació con el objetivo de garantizar la seguridad internacional, y hoy se preocupa también por hacer posible la integración y desarrollo del Tercer Mundo, el respeto a la democracia y a los derechos humanos, el desarrollo sostenible, etc. Cuenta para ello con organismos como la UNESCO (promoción de la educación y la infancia), la OIT (el trabajo), la OMS (la salud) o el Tribunal Internacional de La Haya para procesar a los criminales de guerra. Los cascos azules son el ejército de la ONU, cuyos soldados aportan los países miembros y son desplegados en las zonas de conflicto para evitar que se zurren los contendientes. Actualmente son dos los problemas con los que cuenta la organización: la necesaria renovación del Consejo de Seguridad, formado por 15 países de los cuales 5 son fijos y tienen el derecho de veto (EE UU, Rusia, Francia, China y Gran Bretaña), por lo que pueden paralizar cualquier resolución que no les convenga, y la financiación para poder hacer frente a sus ambiciosos objetivos.
I.2. LA ORGANIZACIÓN PARA LA COOPERACIÓN Y EL DESARROLLO ECONÓMICO (OCDE).
Se integran en ella los países europeos, EE UU y Canadá. Tiene su origen en los años posteriores a la II Guerra Mundial y fue la encargada en principio de poner en marcha el Plan Marshall de reconstrucción de Europa, financiado por EE UU. Sus objetivos actuales son la promoción del desarrollo económico, el aumento del comercio mundial y la ayuda a los países menos desarrollados.
I.3. LA ORGANIZACIÓN MUNDIAL DE COMERCIO (OMC).
También en la posguerra se pusieron en marcha organizaciones cuyos objetivos eran regular las actividades económicas internacionales, como el Fondo Monetario Internacional (FMI), encargado de compatibilizar (hacer convertibles) las monedas nacionales, o el Banco Mundial como organización de crédito para los países menos desarrollados. En los años 50 nace el GATT (General Agreement of Trade and Taxes, Acuerdo General sobre Comercio y Aranceles), cuya misión era llegar a un acuerdo entre los países firmantes para reducir los aranceles. Este acuerdo fue sustituido en 1995 por la OMC, cuya tarea es supervisar los acuerdos comerciales firmados.
I.4. LA ORGANIZACIÓN DE ESTADOS AMERICANOS (OEA).
Es el organismo básico de colaboración entre los países de esta área del mundo, capital para los intereses de España. Es una especie de réplica de la ONU, y en su seno se debaten las soluciones a los conflictos que surgen entre los países del continente, aunque el papel de mando que ostenta aquí EE UU es tan decisivo que esta organización tiene serias limitaciones para funcionar bien.
I.5. LA ORGANIZACIÓN PARA LA UNIDAD AFRICANA (OUA).
Es un organismo de características similares al anterior: foro de debate y cooperación política y económica entre los países del continente más castigado del planeta.
II. LOS GRANDES EJES MUNDIALES. LA UNIÓN EUROPEA.
Existen hoy organizaciones que son más de carácter regional que mundial; aglutinan naciones que por su ubicación geográfica, política o económica, tienen muchas cosas en común y han decidido establecer lazos de integración política, social y económica (en unos casos más fuertes que en otros) para logran un desarrollo armónico y acrecentar su papel en el concierto planetario. Así, por ejemplo, en el ámbito latinoamericano hallamos el Mercado Común Centroamericano (MCCA), el Mercado Común del Caribe (CARICOM), el Tratado de Libre Comercio entre México, Canadá y EE UU (TCL, o NAFTA) y MERCOSUR, mercado común de Argentina, Uruguay y Brasil. Entre los países del entorno árabe funciona la Liga Árabe, fundada en El Cairo en 1945, aunque muy dividida en su interior y enfrentada permanentemente a Israel, y por tanto a EE UU. Por último, en Asia destaca la ASEAN, Asociación de Naciones del Sudeste Asiático.
En definitiva, estas organizaciones surgieron para integrar sus economías y competir con mayores expectativas en un mercado cada vez más global. En los últimos tiempos han acrecentado sus funciones, lo que significa que los países miembros han tenido que renunciar a parte de su soberanía. Para ello han seguido el modelo de la Unión Europea, que es en la actualidad la organización supranacional más conseguida.
Los orígenes de la UE se hallan en la creación de la CECA (Comunidad Europea del Carbón y del Acero) en 1952, formada por Alemania, Francia, Italia, Luxemburgo, Bélgica y Holanda, quienes ratificaron y ampliaron notablemente sus acuerdos de libre comercio con el Tratado de Roma de 1957, año en que nace formalmente la Comunidad Económica Europea. La llamada Europa de los Seis experimentó un crecimiento económico sin precedentes en los años 50 y 60, gracias entre otras cosas al desarme arancelario y a la adopción de políticas unificadas, lo que la hizo atractiva para otros países. Así, en 1973 se incorporan el Reino Unido, Irlanda y Dinamarca; en 1981 Grecia; en 1986 España y Portugal; en 1995 Austria, Suecia y Finlandia. En 2004 se han incorporado varios países del este de Europa: Polonia, Hungría, Chequia, Eslovaquia, Hungría, Eslovenia, Chipre, Lituania, Letonia y Estonia. Entre sus señas de identidad, la UE tiene su bandera (azul, con 25 estrellas amarillas, una por cada país miembro) y su himno (adaptado del último movimiento de la novena sinfonía de Beethoven).
Las instituciones europeas son:
- La Comisión Europea, compuesta por un presidente y unos 20 comisarios, ministros de áreas concretas. Es el gobierno de la Unión.
- El Consejo de Ministros: está formado por los ministros de asuntos exteriores de los estados miembros. Su presidencia rota cada 6 meses entre ellos. Es la principal institución decisoria, y cada país cuenta con un número de votos proporcional a su población.
- El Parlamento Europeo: es la institución representativa, elegida por sufragio universal cada 5 años. Su principal función es el control de la Comisión Europea, aunque se prevé que en el futuro asumirá tareas puramente legislativas. Se compone de más de 600 diputados; a cada país le corresponde un número de ellos de acuerdo con su población.
- Otras instituciones: El Tribunal de Justicia (formado por un juez de cada país, supervisa la aplicación de los tratatos y dirime los conflictos), el Tribunal de Cuentas (control de las inversiones de la Comisión), el Banco Europeo de Inversiones (concesión de créditos a las regiones más atrasadas) y el Comité de Regiones (consejo asesor formado por representantes de las regiones y nacionalidades).
Han sido muchos los tratados firmados por los países de la Unión Europea desde su fundación, por lo que vamos a referirnos únicamente a los últimos. Se puede decir que se ha superado ya el objetivo inicial, que era hacer un mercado único, y se está avanzando hacia una integración política y social. El Tratado de Maastrich (1991), además de completar la supresión de las aduanas y de programar la introducción del euro como moneda única (comenzó a circular en enero de 2002), estableció una política exterior y de seguridad común y la cooperación en materias de justicia e inmigración. El Tratado de Amsterdam (1997) eliminó los últimos obstáculos para la libre circulación de mercancías, capitales y trabajadores y aprobó la Agenda 2000, que preveía una reforma de las instituciones y la ampliación de la Unión hacia los países del Este. En 2004, y tras largos debates, se aprobó la Constitución Europea, donde se regulan de forma definitiva las funciones de las instituciones europeas y se explicitan los derechos de los ciudadanos
En dicho marco se desarrollan proyectos para construir la llamada Europa de los Ciudadanos. El objetivo principal es consagrar la igualdad de derechos entre todas las personas, y que puedan ejercerlos en cualquier país de la Unión, prohibiéndose, así, cualquier tipo de discriminación relacionada con la nacionalidad, estableciendo la libre circulación de trabajadores y garantizándose el funcionamiento democrático de las instituciones europeas.
De especial interés para España y para Extremadura es la Política Regional. Ya se ha citado en temas anteriores que es objetivo prioritario de la Unión reducir las diferencias (económicas, de infraestructuras, etc.) entre las regiones, y de hecho más de un tercio del presupuesto comunitario se dedica hoy a políticas de apoyo a las zonas desfavorecidas: se trata de los Fondos Estructurales o Fondos de Cohesión, dentro de los cuales destaca el Fondo Europeo para el Desarrollo Regional (FEDER), el Fondo Social Europeo (FSE) y el Fondo Europeo de Orientación y Garantía Agrícola (FEOGA). Sus prioridades son las siguientes:
- Fomentar el desarrollo de las regiones cuyo PIB per cápita sea inferior al 75% de la media comunitaria (modernización de infraestructuras, etc.)
- Financiar la reconversión de los sectores productivos de las regiones fronterizas y de las que se hayan visto afectadas por el declive industrial y tengan un índice de desempleo superior a la media comunitaria.
- Combatir el paro de larga duración (más de 12 meses) y facilitar la inserción profesional (cursillos del INEM, Talleres de Empleo) de los jóvenes.
- Acelerar la adaptación de las estructuras agrarias a la PAC (Política Agraria Comunitaria) y modernizar el sector pesquero.
- Facilitar el desarrollo de las comunidades rurales (proyectos LEADER y PRODER).
III. Conflictos y desigualdades. LA UE Y ESPAÑA ante las relaciones norte-sur.
en los últimos decenios, y sobre todo a partir de la descolonización y el nacimiento del Tercer Mundo, se ha consagrado la división planetaria Norte-Sur. El Norte se compone, en términos muy generales, de países desarrollados que conocieron las revoluciones industriales y fueron protagonistas de la colonización a partir del siglo XIX. El Sur, también en términos muy generales, lo ocupan países pobres, de tradición agrícola o depredatoria, cuya incorporación al mundo "avanzado" se produjo de forma traumática con el colonialismo, siendo sus recursos expoliados y entrando en una situación de dependencia económica (neocolonialismo) con las antiguas metrópolis una vez obtenida su independencia en la segunda mitad del siglo XX. Los problemas principales que tiene hoy planteados el Tercer Mundo son los siguientes:
- Explosión demográfica: la población aumenta por encima de los recursos económicos. El mantenimiento de una natalidad altísima (por encima del 25 por mil) con una mortalidad en descenso (a veces es inferior a la de los países ricos) hace que algunos países pobres puedan duplicar su población antes de 40 años, al tiempo que la producción de alimentos se mantiene o incluso desciende. Por ejemplo, Zaire tiene el doble de habitantes que en 1961, cuando consiguió la independencia, pero produce un 20% menos.
- Economía agraria muy poco productiva por falta de mecanización y tecnología. Aún así, ocupa a más de la mitad de la población activa, aunque en régimen de subsistencia.
- Sectores industrial y de servicios muy poco desarrollados por falta de recursos naturales y fuentes de energía unas veces, por no tener el control sobre ellos otras, por la ausencia de infraestructuras y por no estar integrados en la economía mundial.
- Conflictos políticos y guerras civiles frecuentes, que destruyen los pocos recursos que tienen y hacen dedicar buena parte de los presupuestos a la compra de armamento.
- Falta de atención a políticas sociales, como la sanidad y la educación, resultando de ello una elevada tasa de mortalidad infantil, la imposibilidad de radicar las pandemias (polio, sida) y la extensión del analfabetismo y de las relaciones de dependencia.
- Necesidad de dedicar una buena parte de los recursos para pagar la deuda externa, recursos que podrían dedicarse a políticas de desarrollo que, si tuviesen éxito, eliminaría la necesidad de endeudarse en el futuro.
Las relaciones Norte-Sur, la ayuda de los países ricos a los países pobres, de lo que tanto presumen los primeros, concentran grandes dosis de hipocresía. De hecho, la causa de la pobreza no es otra que la riqueza, lo fue en los tiempos del colonialismo (expolio de los recursos), se incrementó con la descolonización, causa de los problemas actuales (fronteras artificiosas, dependencia económica) y persiste hoy porque en una economía global no pueden competir los países que todavía no tienen unas estructuras mínimamente desarrolladas. Las ayudas son insuficientes a todas luces (¿no puede hacer más, por ejemplo, Estados Unidos, con 35.000 $ de PIB por habitante, por países como Mozambique, que sólo suma 80 $?), y sólo la actividad de las ONG consigue paliar a veces situaciones humanitarias de auténtica desesperación. Es una auténtica vergüenza que más de la mitad de la población del mundo tenga hoy problemas para alimentarse, mientras en el mundo rico se dilapidan los recursos y se regodean en su prosperidad.
El Banco Mundial fue el organismo creado en los 50 para financiar el desarrollo de los países pobres, pero éstos han de aceptar a rajatabla sus directrices para conseguir los créditos, directrices que a veces les vienen bien para ordenar su caótica política presupuestaria, pero otras veces significa sacrificar políticas de fomento al pago de los intereses. La Unión Europea, sin embargo, es una de las organizaciones más activas en el fomento del desarrollo del Tercer Mundo, aportando casi la mitad de los fondos disponibles (EE UU aporta otro 20%). No deja de ser, sin embargo, una ayuda interesada, puesto que los países pobres les siguen aportando materias primas y constituyen un mercado idóneo para sus productos (frecuentemente, las ayudas son para comprar tecnología y mercancías). Las zonas a las que van destinadas son las antiguas colonias europeas en Asia y sobre todo en África, y desde la incorporación de España a la UE también se atienden las necesidades de Latinoamérica. Las ayudas no sólo consisten en dinero o créditos, sino también en concesiones comerciales (supresión de aduanas de ciertos productos, etc.), asesoría para la planificación económica, inversiones en sanidad, educación y formación profesional, etc. En definitiva, las ayudas al sur privilegia las medidas encaminadas a alcanzar los cuatro principios que enuncia el Tratado de la Unión:
- El desarrollo y consolidación de la democracia.
- El desarrollo económico y social.
- La inserción de sus economías en la economía mundial (facilidades comerciales).
- La lucha contra la pobreza.
Entre 1963 y 1995 se han firmado 7 acuerdos con 70 países de África, Asia y el Caribe, mediante los cuales el 99,5% de sus exportaciones a la Unión Europea están exentas de impuestos, al tiempo que se dedican varias decenas de miles de millones de euros a su desarrollo. América Latina ha sido una de las zonas más beneficiadas, puesto que gracias a los tratados ha incrementado notablemente su comercio con la UE, representando en la actualidad el 20% de todas sus transacciones.
En lo que se refiere a ayuda humanitaria, en 1992 se creo la Oficina Humanitaria de la Comunidad Europea (ECHO), cuyos fondos se ponen en marcha de inmediato en situaciones de catástrofe natural y conflictos de diverso tipo, asistiendo a las víctimas sin distinciones de raza, religión o pensamiento con auxilios en especie (material médico, combustible, alimentos y otros productos de primera necesidad) o en forma de servicios (equipos humanos especializados en asistencia médica o farmacéutica, ingenieros y otros técnicos para la construcción de campamentos o para rehabilitar las infraestructuras). Sólo en los dos primeros años se atendieron a 2.400 operaciones de urgencia. Su labor es también coordinar el esfuerzo individual de los países miembros, de las organizaciones no gubernamentales y de las agencias de la ONU.
No es el gobierno español demasiado generoso en la ayuda permanente al Tercer Mundo. Los fondos invertidos en cooperación para el desarrollo en 1996 sólo representaban el 0,25% del PIB, lejos aún del 0,7 que reclaman varias plataformas humanitarias, y poco se han incrementado desde entonces. Sí son muy activas las ONG, cuyas actuaciones en todo el mundo, sobre todo en América Latina, van en aumento, gracias, a su vez, a la solidaridad del pueblo, cada vez más sensibilizado (más que el propio gobierno) en el tema de la ayuda a los más desfavorecidos.
IV. España y la configuración de un espacio iberoamericano.
Por razones históricas y culturales (un pasado común, una misma lengua), España ha mantenido tradicionalmente unas relaciones políticas privilegiadas con los países de América Latina, si bien las relaciones comerciales aún son escasas. Aquel papel le ha servido para actuar de mediador ante la UE y toda la comunidad internacional. Por ejemplo, en el caso de Cuba, España ha logrado que la UE no comparta con EE UU el embargo que le tiene declarado hace más de 40 años, por lo que las inversiones (sobre todo en turismo) han podido seguir llegando, y también se ha conseguido que toda Iberoamérica haya sido declarada socio preferente de la UE en intercambios comerciales.
Descendiendo al campo de las relaciones bilaterales, las empresas españolas han conseguido introducirse con fuerza durante la última década en países cono Argentina, Brasil, Chile, Perú, Colombia o México, especialmente Telefónica, Repsol, Iberia y varias entidades financieras. Actualmente, estos países concentran casi el 30% de todas las inversiones españolas en el extranjero. Un factor decisivo para este acercamiento económico, y también político, ha sido el claro avance que han experimentado los regímenes democráticos, primero en la Península y después en toda América, el fin de los conflictos bélicos, y la toma de conciencia de la identidad común: España refuerza su papel de semi-potencia (el término es mío) mundial gracias a su influencia en Latinoamérica, y los países de ésta pueden concurrir como una sola voz ante el mundo, lo cual facilita su desarrollo y les aleja de la marginación en el orden internacional.
En el ámbito político, España ha impulsado desde su nacimiento en 1957 la Organización de Estados Iberoamericanos (OEI), así como la celebración anual de las Cumbres de Jefes de Estado Iberoamericanos desde 1991. Los objetivos que tienen ambas instituciones, en las que están representadas España, Portugal y los países americanos de habla latina, son:
- Fortalecer el conocimiento, la solidaridad, la integración y la paz entre los pueblos iberoamericanos.
- Fomentar el desarrollo de la cultura y de la educación como instrumentos para alcanzar la libertad, la tolerancia y el respeto a los derechos humanos.
- Facilitar el desarrollo científico-técnico desde la perspectiva del desarrollo social.
- Promover el conocimiento y difusión de las lenguas española y portuguesa.
- Compartir experiencias de integración política y social para crear en el futuro un espacio único latinoamericano.
V. Perspectivas geoestratégicas de España en el mundo.
España tiene, o al menos debería tener, un peso importante en la esfera internacional, puesto que es país miembro de la UE y de la OTAN, tiene lazos privilegiados con Latinoamérica y con los países mediterráneos, está dentro de las 10 primeras potencias económicas, es el tercer destino turístico del mundo, ha mantenido tradicionalmente (también por razones históricas y culturales) buenas relaciones con el mundo árabe, su lengua es la tercera más hablada del planeta, y sólo la selección de fútbol es un desastre internacional. Por todo ello, este país está en inmejorables condiciones para cooperar, en todos los ámbitos, con otras naciones.
España pertenece a la ONU desde 1953, y cada vez es mayor su implicación en los programas de desarrollo y en la pacificación de zonas en conflicto. De esta manera, cascos azules españoles han estado y están desplegados en la antigua Yugoslavia. Como miembro de la OTAN también se ha tenido la desgracia de participar en operaciones de castigo contra Irak (1991) y Serbia (1992, etc.). También ha sido importante la mediación de España en el conflicto árabe-israelí, si bien la última actuación internacional fue la controvertida participación en la ocupación militar de Irak (2003-2004), por obra y gracia de las presiones estadounidenses y las ganas de agradar a Bush que tenía el pte. Aznar.
Es evidente que los espacios donde los intereses de España están más definidos son Europa, la ribera sur del Mediterráneo y Latinoamérica, a la que ya nos hemos referido antes. Por lo cual, si esta cuestión sale en Selectividad tienes que incluir el anterior apartado.
También hemos perfilado antes los intereses de España en la UE, donde tiene un papel más destacado que el que le correspondería por su población, número de votos en el Consejo de Ministros y número de escaños en el Parlamento Europeo. Esto sucede así por el frente común que suele hacer con otros países del Mediterráneo como Italia y Portugal, constituyendo uno de los principales grupos de presión. España es también la principal frontera del sur, siendo la puerta de acceso de los inmigrantes de África, y también de Iberoámerica, que se dirigen a Europa, lo cual es un problema de dimensiones humanas impresionantes. Por su situación geoestratégica, es igualmente importante su papel de cara al Magreb, de donde llegan buena parte de los suministros energéticos, los principales caladeros de pesca, además de otros problemas gordos como la susodicha inmigración y el terrorismo islámico.