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ACTIVIDADES PARA EL VIERNES 23 DE OCTUBRE

Buenos días a tod@s.

 

Debéis realizar las siguientes actividades en clase:

 

PÁGINA 81: ACTIVIDADES NÚMERO 42, 43 Y 44.

Una vez hecho esto, y ayundándonos con los ejemplos de la página 69, hacemos la actividad número 45 de la página 81.

 

Un saludo. Nos vemos.

Tema II.2.- La organización terrritorial: Los desequilibrios territoriales.

TEMA II.2:LA ORGANIZACIÓN TERRITORIAL: LOS DESEQUILIBRIOS TERRITORIALES

  

Profesor: Felipe Lorenzana de la Puente.

I. TIPOS DE RECURSOS.

Los recursos son los elementos disponibles necesarios para las actividades económicas. Se caracterizan por ser variados, limitados y estar desigualmente distribuidos, por lo que tienen una importancia decisiva en los desequilibrios territoriales que existen en España.

 I.1. RECURSOS NATURALES O CAPITAL REAL.

Nos referimos a los siguientes:

þ  Minerales: pueden ser metálicos (hierro, cobre), no metálicos (cloro, potasio) y de cantera (mármol, granito), y su destino es la transformación industrial y la construcción.

þ  Energéticos: de origen mineral o no renovables y agotables (petróleo, gas, carbón) o no minerales, renovables e inagotables (agua, sol, viento)

þ  Orgánicos: son los obtenidos de la agricultura, ganadería, pesca, caza, recolección y explotación forestal. Son recursos en sí mismos, de consumo directo, o bien materias primas para su transformación industrial.

þ  Turísticos: se trata de todo recurso natural que permite un aprovechamiento económico: playas, montes, nieves, paisajes naturales. El patrimonio monumental es también un recurso turístico, pero no un recurso natural.

Antiguamente, estos recursos eran los verdaderos indicadores de la riqueza de un país. A partir de ellos, y especialmente donde abundaban los recursos minerales, se inició el despegue industrial. Actualmente siguen siendo importantes, pero no decisivos para el desarrollo económico, puesto que la mejora de las comunicaciones permite su transporte hasta donde no existan (excepto los turísticos), aparte que, además de tenerlos, hay que disponer de capacidad para transformarlos y comercializarlos in situ. Si se exportan se pierden buena parte de la riqueza que generan.

I.2. RECURSOS FINANCIEROS.

Es el dinero necesario para explotar los recursos naturales y poner en funcionamiento todos los sectores productivos. Si no se dispone de recursos financieros, no se pueden extraer ni transformar in situ las riquezas naturales (otros vendrán que lo hagan), de ahí que haya países y regiones españolas que, aunque las tengan de sobra, sean pobres sin remedio ante la falta de inversión (Brasil, Extremadura), y otros que, no teniendo otra cosa que dinero, puedan adquirir todo lo necesario para su desarrollo (Madrid, Japón, etc.). En España, la falta de grandes capitales (es decir, la ausencia de una clase burguesa poderosa, excepto en Cataluña y Euskadi) impidió en su día tomar el tren de la revolución industrial a tiempo y posibilitó que empresas extranjeras se hicieran con el control de buena parte de la economía nacional.

Los recursos financieros pueden ser de origen privado o público. Se supone (y a veces es mucho suponer) que los segundos han de llegar donde no llegan los primeros: construcción de infraestructuras, posibilitar el desarrollo de regiones atrasadas, creación de consorcios públicos (INI, ahora SEPI), subvenciones a las nuevas empresas, etc.

I.3. RECURSOS HUMANOS:

Se trata de la mano de obra, y conviene distinguir entre:

þ  Cantidad: la abundancia de población facilita la contratación de mano de obra, la abarata, y ofrece a la vez un mercado cercano para la venta del producto.

þ  Calidad: la cualificación o formación profesional de la mano de obra de un lugar es cada vez más decisiva para la instalación de una empresa, puesto que éstas se renuevan continuamente desde el punto de vista tecnológico y necesitan gente preparada. Para ello existen los llamados parques tecnológicos en las regiones más desarrolladas, que ofrecen trabajadores cualificados, servicios empresariales especializados, espacio industrial e infraestructuras. España, sin embargo, sigue mostrando carencias importantes en la formación profesional y en la investigación.

þ  Los costes salariales: son una parte esencial de los costes de producción, por lo que los salarios moderados y bajos son un incentivo para la instalación de empresas que precisen de bastante mano de obra no cualificada, de ahí que muchas de ellas tengan ahora como destino preferente los países del Tercer Mundo, donde pagan cuatro perras, pueden contratar a menores en condiciones de semiesclavitud e imponen la normativa laboral a su gusto. Se trata del fenómeno conocido como deslocalización.

Los recursos financieros y humanos generan una riqueza conocida como valor añadido, que son los beneficios que produce una actividad económica al transformar y comercializar los recursos naturales, de ahí la importancia que supone poder hacerlo in situ y por empresas propias que reinviertan sus beneficios en la región. A nivel mundial, y también nacional, destacan aún los contrastes existentes entre las regiones que producen recursos naturales y las que los transforman, situación que genera flujos migratorios desde las zonas más pobres (aunque con recursos naturales) a las más ricas (que precisan de recursos humanos y disponen de recursos financieros).

I.4. RECURSOS ESPACIALES.

El emplazamiento territorial es importante porque, si es bueno, atrae las inversiones foráneas y permite un acceso rápido y cómodo a los mercados de materias primas y de consumo. Un buen emplazamiento es, por ejemplo, la cercanía a áreas desarrolladas (éstas invierten en su entorno, que puede ser atractivo por el menor coste de la mano de obra, los incentivos oficiales o la mayor tolerancia en la legislación medioambiental), y disponer de buenas redes de comunicaciones que aligeren y abaraten los transportes. En España, el valle del Ebro es, por todo ello, un ejemplo de buen emplazamiento para la empresa, y Extremadura lo contrario.

 II. LOS DESEQUILIBROS TERRITORIALES EN ESPAÑA.

Las diferencias entre las distintas regiones en cuanto a su desarrollo económico se relacionan, en primer lugar (es tanto causa como consecuencia), con la distribución de la población. A grandes rasgos, tenemos un interior despoblado y económicamente poco dinámico, que aún no ha conocido un proceso de industrialización completo, y una periferia poblada y dinámica gracias a la industria y el turismo. La crisis mundial de 1973 introdujo algunas variantes, pero no ha alterado totalmente el panorama. Vamos a clasificar a las regiones en tres grandes grupos:

II.1. REGIONES DE GRAN DINAMISMO ECONÓMICO.

þ  Eje del Ebro: La Rioja, Navarra y Zaragoza: Se beneficia en primer lugar de buenos recursos espaciales, al estar en el centro del cuadrilátero más desarrollado de España: Madrid/P. Vasco/Cataluña/Valencia, con infraestructuras modernas. Su estructura empresarial, al concentrarse en negocios muy diversificados de pequeño y  mediano tamaño de capital propio, y tecnificados, le libra en parte de las crisis generales. Otra ventaja es la capacidad para transformar in situ sus recursos orgánicos (vinos, etc.)

þ  Territorios insulares: el sector servicios, sobre todo el turismo, ha sido el motor de su desarrollo, aunque Baleares tiene cierto peso industrial y Canarias tiene una agricultura orientada al mercado (plátano, flores…). No obstante, la excesiva especialización de sus economías en un sector tan sujeto a fluctuaciones como el turismo, el sacrificio de los otros sectores productivos y el impacto medioambiental pueden tener consecuencias negativas en el futuro.

þ  Arco mediterráneo: Cataluña, Valencia y Murcia: Tienen economías diversificadas, con todos los sectores desarrollados: el Primario es muy competitivo, orientado a la exportación, y se sirve de la industria para la transformación de sus productos; industria que, además, tiene gran tradición y está sólidamente implantada; el sector Terciario  se centra en el turismo, el comercio y las comunicaciones. Entre los riesgos se halla el tamaño reducido de la empresa, la dependencia de capitales y tecnología foráneos, la necesidad de modernizar ciertos sectores industriales como el textil, calzado, cerámica, juguetes, etc., a los que la competencia de los países del Tercer Mundo (menores costes salariales) le está haciendo mucho daño, la presencia de actividades en declive (siderurgia, astilleros) y el deterioro medioambiental, que en el futuro puede hacer ahuyentar a un turismo cada vez más exigente.

þ  Madrid: Excepto recursos naturales, dispone de todos los demás: espaciales (centricidad, capitalidad, comunicaciones), humanos (abundancia de población y mano de obra cualificada) y financieros. El sector industrial se centra en la producción de bienes de consumo y de alta tecnología, y el sector servicios en la primera red comercial y bancaria del país.

II.2. REGIONES INDUSTRIALES EN RECONVERSIÓN.

Se trata de Asturias, Cantabria y el País Vasco, afectadas por la gran crisis industrial de los años 70 y 80. Fueron en su día polos de desarrollo gracias a sus riquezas minerales y energéticas, pero especializaron en exceso sus economías en sectores mineros (carbón, hierro) e industriales (siderurgia, química) que ya no son competitivos, han tenido que reconvertirse a la fuerza (o sea, cerrar o reducirse) y han dañado enormemente el medio ambiente (lo que evita su explotación turística). También el sector Primario, o lo que quedó de él, se centró demasiado en la ganadería bovina (vacas lecheras), la más perjudicada de todas por el ingreso de España en la UE. En los últimos años parece que la crisis está remitiendo, sobre todo en el País Vasco, pero la desindustrialización que han padecido y la pérdida de efectivos demográficos (emigración ante el paro, escasa natalidad, envejecimiento de la población…) van a pasar aún factura.

II.3. REGIONES ATRASADAS.

Ambas Castillas, Andalucía, Galicia, Aragón exceptuando Zaragoza y Extremadura tienen razones comunes que explican su escaso dinamismo económico: ante todo, un sector primario (el que menos riqueza genera) que tiene aún mucho peso en sus economías, poco competitivo, que genera rentas muy bajas y excedentes de mano de obra que no han podido ser absorbidos por un tejido industrial muy escaso, lo que ha motivado el incremento del paro y la emigración; con esta última se ha ido la mejor mano de obra (recursos humanos). Su localización periférica (recursos espaciales), la deficiente red de comunicaciones y un mercado pequeño y de escasa capacidad adquisitiva las hace poco atractivas para la instalación de empresas. En los últimos años aparecen signos de vitalidad en determinadas zonas: mejoras agrarias e industriales, lento desarrollo de las comunicaciones, atisbos de desarrollo endógeno (industria alimentaria, turismo rural, etc).

 III. LOS INDICADORES DE DESARROLLO.

Para determinar el grado de desarrollo o dinamismo económico de una región se han de tener en cuenta los siguientes factores:

III.1. EL PRODUCTO INTERIOR BRUTO (PIB). Mide la aportación de cada comunidad al PIB nacional. Las que más aportan son, por este orden: Cataluña, Madrid, Andalucía y Valencia, cada una con más del 10%. Tienen en común sus potencialidades espaciales (territorios grandes o bien emplazados) y demográficos. La presencia de Andalucía demuestra, sin embargo, que un elevado PIB no siempre está en consonancia con una elevada renta per cápita. También se tiene en cuenta el llamado PIB sectorial, lo que aporta cada sector económico (I, II, III) en el conjunto del PIB; en toda España, el sector que más produce es el Terciario y el que menos el Primario. Las comunidades más ricas son aquellas en las que el Primario (el sector que menos valor añadido genera) aporta a sus economías un porcentaje muy bajo, y el Secundario y el Terciario, en cambio, están muy desarrollado: se trata de Madrid, Cataluña, País Vasco y Baleares.

III.2. LA RENTA PER CAPITA, o nivel de vida. Aunque es un medidor fiable del dinamismo económico, a veces oculta grandes diferencias sociales (muchos ricos, pero también muchos pobres, por ejemplo, EE UU). En España se dan grandes desequilibrios, con regiones que igualan e incluso superan la media europea comunitaria (por este orden: Baleares, Madrid, Cataluña, Navarra, La Rioja, País Vasco y Aragón) y otras situadas muy por debajo (las podemos imaginar). Existen dos recursos financieros (pero insuficientes y en peligro de extinción, advirtamos) que intentan compensar estas desigualdades poniendo los medios para que las regiones más atrasadas se vayan situando al nivel de las demás: el Fondo de Compensación Interterritorial, que distribuye el gobierno central, y del que Andalucía se lleva el 27%, Galicia el 11 y Extremadura y otras cerca del 7%, pero también Cataluña, fíjense, consigue apañar más del 10%; y los Fondos Estructurales de la UE, destinados a la construcción de infraestructuras y dotaciones sociales, y que benefician sobre todo a Andalucía (absorbe el 35% del total), ambas Castillas, Galicia y Extremadura (8%). Estos últimos fondos van a cesar muy pronto y pasarán a beneficiar a los países del este de Europa que han ingresado recientemente en la UE, que son más pobres que España.

III.3. LA CALIDAD DE VIDA. Aunque guarda mucha relación con el PIB y la renta per capita, es preciso tener en cuenta que a menudo el desarrollo económico se ha realizado a costa del medio ambiente, las condiciones laborales, etc. De ahí que, por ejemplo, el Reino Unido o Alemania tengan un renta per cápita superior a la española, pero están clasificadas por detrás en cuanto a la calidad de vida. Otro ejemplo lo tenemos en Japón y las nuevas y potentes economías asiáticas, donde el crecimiento se hace a costa de un enorme esfuerzo laboral. Las referencias que se toman para determinarla, además de los indicadores anteriores, son el nivel de desempleo, el acceso a servicios culturales, sociales y sanitarios, el acceso a la vivienda, el número de espacios naturales y lugares de ocio, la esperanza de vida, la seguridad ciudadana y hasta el buen tiempo. En España, las comunidades que se considera tienen mejor calidad de vida son La Rioja, Baleares y Castilla y León; y las que peor: Extremadura, Andalucía, Murcia, País Vasco, Ceuta y Melilla.

III.4. EL NIVEL DE CONSUMO. Tiene una relación directa con la renta per cápita, puesto que clasifica a las comunidades de acuerdo con la capacidad adquisitiva, de compra, de sus pobladores. Se toman como referencias datos como el número de líneas telefónicas, automóviles, entidades bancarias, etc. por cada 1.000 habitantes. Lideran la clasificación Madrid, Navarra, Baleares y Cataluña, y la cierran Extremadura y Castilla la Mancha.

Tema II.1.- La organización territorial: La España de las autonomías.

TEMA II.1:

LA ORGANIZACIÓN TERRITORIAL:

                                 LA ESPAÑA DE LAS AUTONOMÍAS

   Profesor: Felipe Lorenzana de la Puente

 

 

  I. EVOLUCIÓN HISTÓRICA.

La actual ordenación de España en comunidades autónomas procede de la Constitución de 1978. Se trata, pues, de un hecho reciente, aunque hunde sus raíces en la historia de un país que durante siglos ha tratado de encontrar la mejor forma de administrar su territorio.

 

* En la época prerromana, la Península Ibérica era un mosaico de pueblos independientes entre sí y carentes de una organización estatal sólida, exceptuando ciertos casos como el reino de Tartessos.

 

* En la época de la dominación romana (218 a.C. hasta finales del siglo V), la península recibe el nombre de Hispania. Roma la unifica económica y culturalmente (romanización) y en lo administrativo la divide en cinco provincias:

ü  Tarraconensis (capital en Tarraco)

ü  Carthaginensis (Carthago Nova)

ü  Baetica (Hispalis, después Corduba)

ü  Lusitania (Emerita Augusta)

ü  Gallaecia (Bracara Augusta)

 

* Durante el Reino Visigodo (fines del siglo V hasta 711, fecha de la invasión musulmana) la península aparece por vez primera en su historia como un estado independiente y unificado, Se ubica la capital en Toledo y se respeta la división provincial romana. Cada provincia se subdivide en ducados, territorios bajo la autoridad de un dux, o duque. A su vez, la Iglesia se organiza territorialmente en diócesis (divisiones que se van a mantener casi inmutables con el paso de los siglos) y sus obispos se reúnen en los Concilios de Toledo, primer órgano de representación territorial en la historia española, aunque sólo de ámbito eclesiástico.

 

* Durante la Edad Media, la península conoció dos realidades políticas, religiosas, económicas y sociales muy diferentes:

1- al-Andalus: la España musulmana, surge en el siglo VIII y fue un país unificado durante las etapas del Emirato y del Califato (con capital en Córdoba); se dividía en provincias o coras. El Califato se fragmentó a partir del siglo XI, surgiendo los reinos de taifas. La última taifa fue la del reino de Granada, conquistada por los Reyes Católicos en 1492. Una de las taifas fue la de Batalyws (Badajoz), dominada por la dinastía de los Aftasidas.

2- En la España cristiana llegaron a existir (aunque no simultáneamente) 10 reinos independientes, que se irán agrupando formando reinos más amplios hasta llegar a la unificación completa de la península en el siglo XVI: 

 

 

Asturias   Reino de León  Reino de Castilla y León   España(unión dinástica bajo los Reyes Católicos en 1479)    España (incorpo-ración de Navarra en 1512)    España (incorporaciónde Portugal entre 1580 y 1668)
Galicia
León
Castilla  
Aragón  Corona de Aragón
Cataluña
Valencia
Mallorca
Navarra    
Portugal  

 

En la Edad Media no existían las provincias, es decir, divisiones territoriales que se situasen entre el poder central y el poder local. Éste se organizó en torno al ayuntamiento, gobernado a su vez por un conjunto de regidores (el regimiento) que se reunía en cabildo.

 

 

* Durante la Edad Moderna, y desde los Reyes Católicos (finales S. XV) , España es una realidad política, un país unificado, si bien los territorios de la Corona de Aragón, los territorios forales vascos y Navarra (incorporada en 1512) siguieron manteniendo sus instituciones, sus aduanas, su moneda, su sistema fiscal, etc. También Canarias, agregada a Castilla en el siglo XV, quedó al margen de la organización provincial. Nada cambió durante el tiempo que reinó la dinastía de los Austrias (1516-1700). La organización territorial era la siguiente: 

 

 

       ESPAÑA    CORONA DE CASTILLA(organización centralizada) Territorios forales vascos / Canarias
Galicia Valladolid Guadalajara
Zamora Ávila Extremadura
León Segovia Jaén
Toro Soria Córdoba
Salamanca Madrid Sevilla
Palencia Cuenca Granada
Burgos Toledo Murcia
 CORONA DE ARAGÓN(organización “federativa”) Aragón  
Cataluña
Valencia
Mallorca
REINO DE NAVARRA  
REINO DE PORTUGAL(1580-1668)

 

Cada una de las provincias de Castilla, excepto los territorios vascos, se configuró en torno a las ciudades que tenían voto en las Cortes de Castilla. Todas ellas, excepto Toro, siguen siendo hoy en día provincias. Las provincias, su vez, se dividían en partidos, llamados también corregimientos o gobernaciones. Los partidos eran agrupaciones de municipios cuya máxima autoridad ejecutiva y judicial era el corregidor o el gobernador.Durante la dinastía de los Borbones (1701-1833) ocurren los siguientes cambios:

ü  Aprobación de los Decretos de Nueva Planta (1707-1716), de carácter centralizador, que van a acabar con el federalismo aragonés. Los reinos aragoneses pierden su autonomía y se gobiernan igual que Castilla. Se dividirán, como en ésta, en corregimientos. Sólo los vascos y navarros mantienen sus fueros.

ü  Establecimiento de intendentes en todas las provincias españolas con la finalidad de consolidar la estructura territorial.

ü  Creación de la nueva provincia de La Mancha.

 

 

* La Edad Contemporánea comienza con la división provincial propuesta por el ministro de Fomento Javier de Burgos en 1833, creándose 49 provincias, a las que más tarde se agregará la número 50 con la división en dos de Canarias. Se trata de las 50 provincias actuales, a las que hay que añadir las ciudades norteafricanas de Ceuta y Melilla. Sobre los mapas, existía la región como agrupación de provincias (por ejemplo Extremadura), pero no funcionaba como tal, pues carecía de instituciones comunes. España se constituye como un Estado centralizado, por lo que ni las provincias ni las regiones tenían autonomía para gobernarse.

En 1873, durante la efímera Primera República, se pretendió crear un Estado federal dividido en 15 circunscripciones, a la vez que surge el movimiento cantonalista, mediante el cual varias ciudades proclaman su independencia. Vuelve el modelo de Estado centralizado durante la Restauración (1874-1923). Este largo período ve aparecer los regionalismos y los nacionalismos, especialmente el catalán y el vasco, que exigían, sin conseguirlo, un estatuto de autonomía que reconociese sus diferencias con respecto al resto de España.

La Segunda República (1931-1939) accedió a los deseos autonomistas de Cataluña y el País Vasco, concediéndoseles un estatuto especial, que quedó sólo en proyecto en el caso de Galicia. Durante la larga y tediosa etapa del Calvillo (1939-1975) se volvieron a ignorar las diferencias regionales, estableciéndose una fuerte centralización. Finalmente, será la Constitución de 1978 la que imponga el actual Estado de las Autonomías. 

 

 

II. EL FUNCIONAMIENTO DEL ESTADO DE LAS AUTONOMÍAS. 

La Constitución de 1978 establecía la indisoluble unidad de España, al tiempo que reconocía el derecho a la autonomía de las regiones que libremente la solicitasen. Autonomía es, pues, el reconocimiento del derecho al autogobierno, y Comunidad Autónoma es el territorio que goza de las competencias que le ha delegado el gobierno central. Para convertirse en comunidad se requería una agrupación de provincias limítrofes con caracteres históricos, culturales o económicos comunes.

 La Constitución establecía, además, dos vías para acceder a la autonomía:

ü  Artículo 151, o vía rápida: se podían acoger a ella las nacionalidades históricas, aquellas que ya habían disfrutado en algún momento de su historia de un estatuto, o que tenían lengua propia. Se trataba de Cataluña (capital en Barcelona), País Vasco (Vitoria) y Galicia (Santiago de Compostela). Accederían en poco tiempo a la autonomía con un nivel máximo de competencias.Posteriormente se acogió a esta vía Andalucía. Su capital quedó establecida en Sevilla.Navarra accedió también a un alto grado de autonomía por una vía especial, llamada “amejoramiento de fuero”. Su capital, Pamplona.

ü  Artículo 143, o vía lenta: el resto de las comunidades podía acceder a la autonomía después de un período transitorio de 5 años, y las competencias (menores que en los casos anteriores) las lograrían poco a poco, proceso que ha terminado hace unos años. A partir de 1983 accedieron por esta vía:  

         Asturias (capital en Oviedo)                           Murcia (Murcia)Cantabria (Santander)                                     Valencia (Valencia)Castilla y León (Valladolid)                           Aragón (Zaragoza)La Rioja (Logroño)                                           Extremadura (Mérida)Castilla la Mancha (Toledo)                          Canarias (Santa Cruz de Tenerife y Las Palmas)Madrid (Madrid)                                               Islas Baleares (Palma de Mallorca)

ü  Ceuta y Melilla han obtenido recientemente el reconocimiento de ciudades autónomas.Cada comunidad está dividida en provincias, y éstas a su vez, si no existe una comarcalización precisa, en municipios, integrados en su dirección política por el alcalde y el pleno de concejales, y cuya misión más destacada es gestionar los servicios públicos.

La institución más importante de cada provincia es la Diputación, encargada de coordinar los servicios de los ayuntamientos y cooperar con ellos. El gobierno central nombra a un delegado en cada comunidad para dirigir la administración del Estado, y este nombra subdelegados para las provincias.

La norma básica de cada comunidad es el Estatuto de Autonomía. Es como una constitución de ámbito regional. En él se regula el funcionamiento de las instituciones autonómicas y se recogen sus competencias, las cuales refieren básicamente a los siguientes aspectos:

ü  Políticas: elección y funcionamiento de las instituciones de autogobierno, que son:

§  El presidente (lehendakari en el País Vasco, president en Cataluña), elegido por la asamblea.

§  El gobierno autónomo (Generalitat en Cataluña y Valencia), elegido por el presidente. Tiene los poderes ejecutivos, y se divide en consejerías (equivalentes a los ministerios del gobierno central).

§  La Asamblea (Cortes en Castilla y León, en Castilla la Mancha, en Navarra, en Aragón y en Valencia; parlament en Cataluña): cámara legislativa encargada de elaborar las leyes de ámbito regional y de controlar al gobierno autónomo. Sus miembros (diputados, procuradores) son elegidos por sufragio universal directo cada 4 años.

§  El Tribunal Superior de Justicia, máximo órgano de apelación de la comunidad autónoma.

 

ü  Económicas: administración y fomento de la agricultura, la ganadería, los recursos forestales, el desarrollo industrial, caza y pesca, turismo, ferias y certámenes, etc.

ü  Infraestructuras, transportes y comunicaciones: inversión y gestión de obras públicas, vías terrestres, concesión de licencias de radio y televisión autonómicas, etc.

ü  Ordenación del territorio: comarcalización, urbanismo, medio ambiente, vivienda.

ü  Cultura, patrimonio y deporte.ü  Enseñanza: centros, profesorado, diseño parcial de los planes de estudio, etc.

ü  Sanidad y asistencia social.

ü  Empleo: fomento de los puestos de trabajo, gestión de las oficinas de desempleo.

ü  Las nacionalidades históricas (Cataluña y País Vasco) tienen también competencias en materia de seguridad, con sus propios cuerpos de policía: moços d’escuadra y ertzantza, respectivamente.

ü  El País Vasco y Navarra disponen de autonomía fiscal: recaudan todos los impuestos y conciertan con el estado la parte que han de pagarle, llamada cupo.Las competencias no fijadas en los estatutos pertenecen al gobierno central de Madrid (defensa, política exterior, hacienda, justicia, entre otras).

Muchas de las competencias de las que gozan las comunidades no son plenas, sino compartidas con el gobierno central. Por ejemplo, en Educación Madrid se reserva el establecer y modificar los planes de estudio; en infraestructuras hace lo propio con los puertos, aeropuertos, las carreteras nacionales y las líneas férreas; en empleo, establece el salario mínimo; en sanidad autoriza nuevos ámbitos de investigación científica (experimentación genética, etc.).

En los últimos años las autonomías han reclamado una ampliación de sus competencias, reformando sus estatutos. La carrera por ganar más cuotas de autogobierno se inició en 2003 con el llamado Plan Ibarretxe, que pretendía aumentar significativamente las competencias del gobierno vasco, llegando incluso a pedir el derecho a la autodeterminación, sin lograrlo. Poco después, Cataluña incrementó sus poderes hasta el punto ser hoy día un país casi independiente. Desde 2006 se han modificado casi todos los demás estatutos autonómicos, asumiendo más competencias y aumentando también la confusión. Al no estar fijado el tope de funciones que puede desempeñar una comunidad, ésta es una materia siempre polémica y motivo de broncas políticas. Por lo normal, si el gobierno central se halla en minoría y necesita el apoyo de partidos nacionalistas o regionalistas, la contrapartida que éstos exigen es lograr más poderes y más dinero para sus comunidades. 

 

 

III. LA FINANCIACIÓN DE LAS COMUNIDADES AUTÓNOMAS.

Asunto de enorme complejidad y de constantes disputas políticas es el de la financiación, es decir, conseguir los dineros suficientes para que puedan ponerse en marcha todas las competencias asumidas por los gobiernos autónomos. Tales recursos pueden ser de origen europeo, estatal o autonómico:

ü  Fondos procedentes de la Unión Europea, son los fondos estructurales y los fondos de cohesión (los más conocidos son el FEDER y el Fondo Social Europeo), cuya misión es fomentar el desarrollo de las regiones más atrasadas (cuya renta se sitúa por debajo del 75 % de la media europea) construyendo infraestructuras, ayudando a las regiones en declive industrial, impulsando la economía de las áreas rurales, subvencionando a los agricultores y fomentando la formación profesional y el empleo. Estos fondos se acabarán muy pronto y pasarán a beneficiar a los países del este de Europa, más pobres.

ü  Transferencias del Estado: se trata de la participación en los ingresos del Estado (PIE), mediante el cual se cede a las autonomías una parte de los ingresos del estado, dependiendo de la cantidad de competencias asumidas; lo contrario sucede en el País Vasco y Navarra, que, como ya se ha dicho, gozan de una situación especial, puesto que su régimen foral establece su propia administración fiscal y conciertan con el Estado la cantidad que deben entregarles a éste.Otras cantidades se obtienen de transferencias de la Seguridad Social para sanidad y servicios sociales. Por último, se hallan los ingresos procedentes del Fondo de Compensación Interterritorial (FCI) y de las asignaciones de nivelación, destinadas a compensar los desequilibrios territoriales, es decir, que se intenta beneficiar, teóricamente, claro, a las comunidades más pobres, financiando inversiones concretas.

ü  Ingresos de la Comunidad Autónoma: se trata de los tributos cedidos por el Estado a la comunidad autónoma, la recaudación de ciertas tasas y de la tarifa autonómica del IRPF (Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas), que puede ser de hasta el 50 %,, aunque este último método de financiación no ha sido aceptado por todas las comunidades.El capítulo financiero no está aún cerrado en la España de las autonomías, y es objeto de frecuentes fricciones políticas con el gobierno central y entre las propias autonomías. El sistema puede cambiar cada año en función de la coyuntura política. Sin financiación suficiente en imposible el desarrollo de las competencias asumidas, lo que perjudica, en definitiva, a los ciudadanos. Por otra parte, los distintos fondos de compensación interterritorial, de Europa o del Estado, destinados a ayudar a las regiones más empobrecidas, han tenido efectos muy positivos, pero no han conseguido corregir los fuertes desequilibrios existentes, siendo evidente hoy día que algunas tienen un nivel de equipamiento, infraestructuras y desarrollo económico inferior a la media europea (Andalucía, Extremadura, Castilla la Mancha). Buena parte de los dineros sirven para alimentar la inmensa maquinaria burocrática (ayuntamientos, diputaciones, consejerías, asambleas, etc.) o para subvencionar actividades de dudosa utilidad social (por ejemplo, las ayudas a los agricultores poderosos, auténticos especuladores del campo; o las políticas de inmersión lingüísticas de las comunidades con lengua propia; o las embajadas que éstas tienen en otros países). La complejidad adquirida por las administraciones autónomas no se compensa con los suficientes mecanismos de control, por lo que con frecuencia aparecen casos de corrupción.La actualidad nos dice continuamente que el estado de las autonomías no es un proceso cerrado.

Todavía nadie sabe cuál es el techo de competencias que se pueden alcanzar, y si va a seguir habiendo autonomías de primera y de segunda, o bien “café para todos”, opción esta última que revienta a catalanes y vascuences, en especial. Se impone, igualmente, simplificar las administraciones regionales, evitando duplicidades absurdas de funcionarios u organismos, exigir una gestión transparente de los fondos, delimitar claramente por parte del Estado cuáles y cuántos son los recursos financieros disponibles y, por último, utilizar las ayudas compensatorias en beneficio exclusivo de las comunidades más pobres.

MODELOS DE ADAPTACIONES CURRICULARES

 

1. MODELO CON OBJETIVOS-CRITERIOS         EJEMPLO

   (Sólo se especifican, aparte de los datos básicos, los objetivos y criterios de evaluación extraídos del nivel del currículo de Primaria que va a trabajar el alumno, revisados por el profesor).

 

2. DOCUMENTO INDIVIDUAL DE ADAPTACIÓN CURRICULAR

    (Una adaptación curricular totalmente individualizada para atender perfectamente al alumno con necesidades educativas)